domingo, agosto 23, 2009



Punto Final
 
Decirte adiós
es renunciar
a todo aquello
que conozco.

Al aire que respiro,
a la luz que me rodea,
a mi naturaleza,
a mi memoria,
a ser humana.

Quizá renuncie a leer,
queme tus libros,
y tire mi monitor
por la ventana.

Decirte adiós,
es transformarme
en otra especie
para sobrevivirte.

En un pez quizá,
tal vez en roca
o en un sauce.

Puede ser
que al despedirme,
me desmorone
y me derrumbe
para luego tejerme
en otras formas.

Seré pues una molécula
en eterno cambio:
hielo que se derrite
y llena el vaso,
agua que se evapora
y cae de nuevo
convertida en lluvia
que recojo
y guardo en otro vaso
para congelar mi alma.

Quizá al decirte adiós
me convierta en oxígeno,
cuando el oxígeno me falte
Y así pueda respirarme.

O tal vez mi sangre
se convierta en tinta
para poder escribir
punto final
a nuestra historia.

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