viernes, abril 17, 2009
Día de Campo
Esta noche quisiera
que el mundo
fuera un pañuelo.
O tal vez un mantel,
para poder estar juntos
y tener un día de campo.
Colocaríamos nuestra canasta
bajo un árbol de moras,
y recogeríamos sus frutos
para endulzar nuestra boca.
Yo llevaría bocadillos,
tú escogerías un buen vino,
y de postre comeríamos
créme brulée de chocolate.
Después pasaríamos el tiempo
buscando formas en las nubes,
tú encontrarías autos o libros
y yo descubriría dragones.
El deseo nos invadiría,
me levantarías la falda;
la palidez de mi pierna,
te cegaría un momento.
Momento que aprovecharía
para cubrirte de besos,
y cuando cegado todavía,
preguntaras por mi boca...
...te diría que lo que sentiste
no fueron labios, sino moras.
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