domingo, agosto 30, 2009
Renuncia Poética
Renuncio
a desnudar el alma
ante la mirada ajena.
Renuncio
a la sílaba amorosa,
a la ternura de la letra.
Renuncio
a entregarme en el verso
y hacer el amor con la palabra.
Renuncio
al absurdo del romance escrito,
al andar buscándome en el otro.
Dejo la poesía amorosa
para el ingenuo que aún cree
que vale la pena perder el corazón
y la fe por el romance de la tinta.
Mis versos serán versos matemáticos,
versos cuánticos, físicos, mecánicos.
Armaré poemas con soplete y martillo,
apretaré llaves, tornillos y tuercas.
Escribiré poesía blindada,
poesía inmune a la fiebre;
a prueba de incendios y amores,
inundaciones y otras catástrofes.
Mi poesía será una muralla
que rodea un castillo antiguo,
vigilado por fieras graves,
agudas y hasta esdrújulas.
Construiré una torre muy alta,
resistente a los príncipes azules,
y dentro jugaré a la rueda rueda
con mis dragones y fantasmas.
Bailaré desnuda y sin zapatos,
les leeré cuentos de hadas,
y quizás, de vez en cuando,
abriré algún libro de Neruda.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
r=1-sen Ι
ResponderBorrarte acompaño en tu renuncia, ahora, volcaré perros rabiosos distribuidos en el espacio poético con líneas aureas y rapiñas insertadas en composiciones nautilus.
ResponderBorrarVectores y tipografía para cada una de las Floras bravas que me habitan.