Si te quedas


Si te quedas,
cada mañana será
como la primera mañana.
Y mi cuerpo,
será banquete,
festín,
mesa dispuesta para ti
como la primera noche.

Si te quedas,
prometo rasurarme las piernas
todos los días,
y controlar mis malos
y hasta mis buenos humores.

Dejaría incluso de tomar café
y comprarme ejércitos de zapatos.
Jamás te colgaría el teléfono,
ni huiría de la casa
dejándote hecho un caos de pañales
y preguntas.

Si te quedas conmigo,
si nos quedamos juntos,
en esta dulce rutina
en esta monotonía doméstica,
en esta domesticidad sanitaria
demente salubridad rutinaria,
en esta estéril mansedumbre
en esta esterilidad domiciliaria,
en esta intimidad atosigante...

Voy a salir a la calle
con una UZI en la mano
y voy a disparar a alguien,
sólo por ver un color más vivo
que el del tapiz de la recámara.

Voy a asaltar un banco,
en el afán de experimentar
algo más de acción
que la de la teleserie
de las ocho de la noche.

Voy a tomar pastillas al azar
y uno o dos litros de vodka.
O mejor eso no,
que me ha costado mucho trabajo
mantenerme sobria.

Voy a sacarme los ojos
y tirarlos por el escusado,
para que por lo menos ellos
viajen por otros caminos
que no sean del baño a la recámara,
y de la cocina al baño.

Si te quedas Amor,
seguiremos viviendo
en esta enloquecedora cordura,
en esta vida rated G.
Y yo me cortaré las venas
solamente para que el piso
huela a algo más
que a Maestro Limpio.

Si te quedas amanecerás
sin cabello y con una manzana
entre los dientes.
Rascándote la cabeza
y preguntándote si fue
Dalila o Eva
quien te metió en esto.